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El posicionamiento SEO no tiene razón de ser si no es gracias al uso de las palabras clave. Estas no solo son lo que buscan los usuarios de la red, sino que serán las que utilizaremos en nuestra página web y contenidos para poder conseguir las primeras posiciones. Saber identificarlas y cómo hacer uso de ellas es clave para alcanzar la visibilidad deseada, y en este artículo hemos recogido todos los aspectos que debes tener en cuenta.
¿Qué son las palabras clave?
Definir qué es una palabra clave es siempre un buen comienzo para desarrollar esta temática. Conocidas como keywords en inglés, son las encargadas de poner en contacto a quienes buscan información en Internet con las páginas web que le ofrecen lo que está buscando.
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Son la herramienta que permite describir la temática sobre la que trata una URL en particular, de manera que Google, o el buscador equivalente, pueda identificarla y clasificarla en sus resultados. No obstante, las palabras clave son tan solo uno de los muchos requisitos que los algoritmos actuales piden a una web. Es decir, que no por trabajarlas ya conseguirás una buena posición. Además de ello, tendrás que centrarte en otros aspectos, como la calidad de la redacción, la velocidad de carga de la web o su propio diseño. Pero hoy solo nos centraremos en estas palabras.
Si volvemos a lo que significan las palabras clave, podemos decir que son un instrumento imprescindible en una búsqueda; estas son la forma en que piensan las personas que están detrás de la pantalla o la versión escrita de sus pensamientos y dudas.
¿Cómo se hacen las palabras clave?
Para formar las palabras clave se utilizan una o varias palabras. Cuanto más precisa sea la explicación, mayor utilidad tendrá como un instrumento de búsqueda. Esto es, que los resultados podrán ofrecer respuestas a sus preguntas y soluciones a sus problemas.
Si lo vemos desde el punto de vista del marketing, con estas palabras enfocamos los contenidos de nuestro sitio, ya sea la información de cada página, los artículos del blog o las landing pages (páginas de aterrizaje). Dicho de otro modo, nos marcan la dirección para elaborar lo que se dice.
Estos contenidos que se crean se entregan a Google, que los procesa y analiza con sus propias herramientas. En función de la valoración que haga de lo que le damos y de la calidad de las palabras clave, lo mostrará en un lugar de mayor o menor relevancia para los internautas.
Por dar algunos ejemplos, imagina que deseas construir una mesa. Mesa podría ser una palabra clave, pero te daría millones de resultados porque Google no sabría bien cuál es la finalidad que persigues; si comprar una, ver sus tipos o fabricarla, entre muchas otras opciones.
Como veremos más adelante, alargar la palabra clave, filtrará los resultados que obtendremos. Así, si en lugar de “mesa”, introducimos “cómo fabricar una mesa”, Google hará una selección más concreta.
Y si en lugar de montarla, has decidido que prefieres comprar una cerca de casa, podrías escribir “comprar mesa Barcelona”. De este modo, y mediante el SEO local, verías resultados de tiendas próximas a ti.
¿Cómo funciona el motor de búsqueda de Google?
Hemos dicho que a través de las palabras clave, los buscadores interpretan el contenido y los transforman en resultados ordenados. Pero, ¿qué son los motores de búsqueda y cómo funcionan exactamente?
En primer lugar, y en función de lo que acabamos de mencionar, se trata de herramientas que localizan y ordenan el contenido web, pero únicamente si coincide con lo que el usuario ha buscado. Constan de dos partes:
- el índice de búsqueda, que es una especie de biblioteca en la red donde se guarda información relativa a las webs.
- el algoritmo, que ya hemos nombrado y que es un programa informático que ordena los resultados.
La fórmula exacta que siguen estos algoritmos es desconocida. De no ser así, se complicaría el posicionamiento de los resultados, puesto que en cada web se seguirían los requisitos establecidos y todos serían aptos para ocupar los primeros puestos.
Lo que hacen los motores de búsqueda en la actualidad es rastrear cada web con bots, que reciben el nombre de arañas. Con estos rastreadores, se valoran enlaces de páginas para añadirlos a los resultados.
Este rastreo no tiene por qué seguir el orden de descubrimiento que hacen los bots, ya que se colocan en colas y se tienen en cuenta aspectos como el PageRank que tiene la URL, se cambia con frecuencia o si se trata de una web nueva o no. Además, el propio tamaño de la página también repercute en el indexado; si son grandes, el motor necesitará más tiempo para indexarla por completo. A todo este proceso se le llama renderizado.
Cuando finaliza, se pasa a la indexación, que implica que toda la información queda en una base de datos. Llegados a este punto, al realizar una búsqueda en dichos motores, como podría ser “posicionamiento SEO”, todos aquellos resultados que sean relevantes de acuerdo con estas palabras clave, serán extraídos del índice y se ordenaran con el algoritmo.
Lo que se mostrará, esto es, el orden que se sigue, va a depender de los backlinks, la autoridad que se tenga en la temática, la velocidad de la página, si está actualizada o si es responsive, entre otros aspectos.
Importancia de las palabras clave
Con lo dicho hasta ahora, ya deberías tener claro que parte de la importancia de las palabras clave reside en que las necesitas para ocupar un buen lugar en los resultados de los motores de búsqueda. Perfecto. Sin embargo, aquí no acaba todo.
El hecho de que aparezcas en los primeros puestos significa visibilidad. Dicho de otro modo, existir para tus clientes potenciales. Si nadie te ve, no tienen forma de saber que existen, y mucho menos en un entorno tan increíblemente competitivo como el actual, en el que cada día surgen nuevas empresas que luchan por ocupar también las primeras posiciones.
El hecho de que estés aquí descubriendo cómo funciona el mundo de las palabras clave ya te hace jugar con ventaja, porque no todas las empresas son conscientes de la importancia que estas y el marketing de contenidos tienen para su negocio. ¡Aprovecha la oportunidad!
Cuando conseguimos visitas en nuestra web a través de las palabras clave, incrementamos las posibilidades de que estas se conviertan en leads y, posteriormente, y si utilizamos la estrategia adecuada, en clientes. Lo que significa, ventas.
Y ya que mencionamos las estrategias, como iremos viendo, utilizar estas palabras no significa que por incluir las que consideramos más relevantes ya estará todo el trabajo hecho. ¡Vas a necesitar hacer un estudio!
Por otra parte, ten en cuenta que los usuarios se encuentran en la red porque desean dar con una solución a sus problemas o a sus necesidades. Sin embargo, no por ello estarán todos en el mismo punto en el llamado embudo de ventas.
En otras palabras, quizás alguien está haciendo una primera búsqueda sobre algún producto que no sabía que existía, mientras que otro ya tiene claro que lo desea y lo que está haciendo es una comparativa entre las opciones que hay disponibles. ¿Te dirigirás a todos ellos de la misma forma? La respuesta, ya te la adelantamos, es que no.
Por eso, tendrás que hacer estudios de las palabras clave y clasificarlas en diferentes grupos, en función de dónde estén tus clientes potenciales. Cuanto mejor les identifiques, mayores probabilidades de que al acceder a tu contenido, este les ofrezca con exactitud lo que andaban buscando. A partir de ahí, tendrás que continuar fortaleciendo la relación, incluso después de que se conviertan en clientes.
¿Cómo encontrar las mejores palabras clave?
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Es probable que la pregunta que ahora te ronda la cabeza sea la del origen de las palabras clave. Es decir, dónde las vas a encontrar o cómo puedes dar con ellas. Existen diferentes herramientas para lograrlo; algunas son gratuitas, mientras que otras son de pago. Cuanto más precisas sean, mejores resultados obtendrás y mayores probabilidades de que toda tu estrategia de marketing funcione.
Esta fase es la que se conoce como investigación de palabras clave y equivale a conocer el lenguaje que tu público objetivo emplea a la hora de buscar contenido o productos y servicios. Con los resultados, tendrás que hacer un análisis, comparar y priorizan las más atractivas para ti, que serán las que lleves a tu página web.
Dicha investigación es la única vía disponible para conocer qué escriben los usuarios en los motores de búsqueda. Si incluyes palabras aleatorias que quizás nadie está buscando, la consecuencia directa será que tu página se volverá invisible. Esto es lo que le sucede a más del 90% de las páginas de la red.
Pero además de la visibilidad que te darán esas palabras, también debes preguntarte qué cantidad de tráfico te darán, si dichas personas podrían llegar a convertirse en tus clientes y qué tipo de contenido será el que tendrás que crear para posicionarte con esas palabras.
¿Cómo hacer una investigación de palabras clave?
Para encontrarlas, necesitarás saber utilizar las herramientas de búsqueda y, en segundo lugar, conocer a tu propia industria. Ahora ya estás de lleno en la investigación de palabras clave. A partir de aquí, hay cuatro fases. La primera es buscar palabras semilla, que son las que definen tu sector y, más concretamente, tu actividad. Por ejemplo, serán los nombres de tus productos o servicios.
Una vez las tienes, pasarás a observar a tus competidores. Necesitas conocer quiénes son y con qué palabras clave están posicionando. Para ello, pon una de las palabras clave en Google y observa los resultados. Si no coinciden con tus competidores directos, especifica mejor las palabras. Si te dedicas a los viajes, esta palabra sería tu semilla, y una avanzada viajes al Caribe o agencia de viajes. Los competidores serán empresas de tu tamaño, no marcas internacionales de sobre conocidas.
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Google cuenta con un planificador de palabras clave gratuito, pero no es la única opción. Recuerda que cuanto más avanzado sea, más facilidad tendrás para identificar palabras que tus competidores directos aún no estén empleando, pero que disfrutan de un número elevado de búsquedas.
Otras herramientas son las conocidas como exploradores de palabras clave y hacen clasificaciones atendiendo a diferentes criterios, como por ejemplo:
Concordancia de la frase
Significa que aparece una combinación de palabras en la que la tuya clave aparecerá tal cual unida a otras. Aquí no se aplica eso de que el orden de los factores no altera el valor del producto, porque lo que se busca es que se mantengan exactamente igual, aunque se le unan otras palabras complementarias.
Términos
En esta opción, el orden sí sería irrelevante, puesto que lo que se valora es que aparezcan los mismos términos o palabras clave, sin importar las variaciones.
Preguntas
En este caso, el orden tampoco importa, pero se unen a las palabras clave y otros términos complementarios las preguntas “cómo”, “qué”, “dónde”, “por qué” o “cuándo”.
El último paso es el estudio de tu nicho, que implica que navegues por foros y grupos con preguntas y respuestas relativos a tu sector específico. De este modo, podrás conocer qué es lo que están buscando exactamente tus clientes potenciales.
Priorizar las palabras clave
Al mismo tiempo que investigas y analizas tus palabras clave, debes priorizar las más importantes. Para ello, además de analizar las métricas y agrupar las palabras, tendrás que valorar el potencial de tráfico que te ofrece cada una, la competencia que tienen, si ya tienes contenido relativo a ellas o cómo lo vas a crear, si clasificas para esas palabras y si además de conciencia de marca, te ofrecen la posibilidad de convertir tráfico en ventas.
Además de aspectos como el volumen de cada búsqueda, su potencial y la intención de la búsqueda de cara a clasificar a tus clientes potenciales, necesitas conocer qué parte del tráfico que tiene una palabra clave es apto para tu negocio.
Uno de los métodos empleados es el embudo que ya mencionamos, pero dado que tiene múltiples limitaciones, nuestra sugerencia es que sigas otros criterios de puntuación. Estos serían:
- No hay substitutos. La puntuación más alta será cuando no hay alternativa a nuestro producto para un problema. Por ejemplo, “la mejor guía de posicionamiento SEO”.
- Algunos substitutos. El siguiente eslabón será para aquellos resultados que ofrezcan una solución que ayuda, pero que no es esencial. Por ejemplo, “tips para posicionar con SEO”.
- Breve mención. Aquí ni siquiera tiene que coincidir la palabra clave, sino que forman parte del mismo sector, como sería hablar de marketing en general.
- No hay relación. La puntuación más baja es cuando no tenemos forma de relacionar una palabra clave con lo que queremos ofrecer.
¿Cuáles son las palabras clave de cola larga?
Aquí queremos hacer mención a las palabras clave de cola larga, que son conjuntos de palabras que buscan resultados en las búsquedas muy específicos. Suelen implicar una intención de compra marcada. Volviendo a nuestros ejemplos, no será lo mismo buscar por “SEO” que hacerlo por “pasos para posicionar mi página de seguros de salud con SEO”.
Mientras que el volumen de búsqueda será mayor en la primera opción, la intención está más clara en la segunda, lo que implica una probabilidad de ventas más alta. La necesidad es concreta y el usuario sabe lo que está buscando. Ese conjunto de palabras más largo y específico son las palabras long tail que, como ves, aunque tengan menos resultados, su potencial para tu negocio será más elevado.
Cómo relacionar las palabras clave con el contenido
Por último, nos queda conocer cómo puedes relacionar las palabras clave con tu contenido. De lo que se trata es de que desarrolles textos que incluyan las que mejores resultados te ofrecen, de manera que ofrezcas soluciones a los usuarios que les lleven directamente a tus productos y servicios.
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Estas palabras clave deben ir, por tanto, en los contenidos de tu blog, en tus títulos, en la información de tu web, en las metadescripciones y un largo etcétera. También, entran en juego aspectos como el número de veces que se repiten, las palabras relacionadas y la naturalidad con la que todas aparecen en los textos.
Como decíamos al comienzo, Google se basa en diversos factores a la hora de clasificar los resultados, y estos son algunos de ellos. Pero ojo, que aunque el motor sea el filtro, tus textos deben ir dirigidos a tus clientes potenciales, lo que significa que debes darles contenido bien redactado, que les ofrezca valor y que resuelva tanto sus dudas como sus problemas. Este enfoque, a su vez, te ayudará a obtener una mejor posición en los buscadores.
En conclusión, las palabras clave no solo son necesarias para posicionar en los buscadores, sino que son la herramienta que, combinadas con textos de calidad, te permitirán conectar con tus clientes potenciales. En WhitePress® elaboramos contenidos sobre cualquier temática enfocados al posicionamiento SEO y te ayudamos a emplazarlos en páginas con un tráfico elevado. ¡Consulta todas nuestras ventajas!
